La orquidea Paphiopedilum philippinense es una especie originaria de Borneo y Filipinas, donde crece sobre las
rocas calcáreas cubiertas por el musgo o residuos vegetales en
descomposición, y con menor frecuencia en los árboles, a lo largo de las
costas y de hasta unos 500 m de altitud.
La orquidea Paphiopedilum philippinense son litófitas (crecen sobre rocas) y en ocasiones, epífitas, son
especies herbáceas y cespitosas, con hojas persistentes alternas,
dísticas, lineares, de 25-45 cm de largo y 2-5 cm de ancho, de color
verde uniforme.
Alos 2-3 años de edad alcanzan la adultez y llegan a la floracion, formando un escapo floral terminal, a modo de mechones, 35-60 cm de largo,
de color púrpura, pubescente, portando 4-6 flores con sépalos cordadas
(los dos laterales están unidos formando uno solo sépalo, llamado
"synsepalous", detrás de la labelo), a unos 5 cm de largo, de color
blanco con rayas longitudinales de color marrón púrpura, pétalos
retorcidos en espiral de color púrpura parduzco, largas hasta 18 cm y
0,6 cm de ancho y saccate labelo amarillo, largo hasta unos 4 cm.
La orquidea Paphiopedilum philippinense se reproduce por semillas, in vitro, y por la división con cada sección provista de al menos 3 o 4 pseudobulbos.
Es una de las especies más cultivadas y más apreciadas del género, no
sólo para la floración vistosa, sino también para el cultivo muy fácil, ya que requiere temperatura entre media-alta con temperaturas nocturnas de invierno no inferior a los 15 ° C, humedad alta, de entre 60-80%, y en cuanto a la
luminosidad, debe ser buena, sin exposicion directa a la luz del sol. Florece en el periodo que va entre los finales de primavera y el
verano, ya que es una especie cuya floración se produce sólo si el fotoperíodo es
largo.
En cuanto a los riegos, orquidea Paphiopedilum philippinense deben ser regulares y abundantes en epoca estival, y ligeramente
reducido en invierno, pero sin dejar que el sustrato se seque
completamente. En el riego debe evitarse el estancamientos del agua en las
axilas de las hojas, ya que esto podría provocar la podredumbre, Los riegos y las nebulizaciones deben ser hechas con agua de lluvia,
o agua obtenida por ósmosis inversa o desmineralizada, y las
fertilizaciones, durante el período vegetativo, con productos
equilibradas hidro-solubles, con microelementos, a ¼ o menos, de la
dosis sugerida en el paquete, distribuido y alternado con el fin de
evitar la acumulación de sales en las raíces, a la que la planta es muy
sensible.
El sustrato de cultivo ideal para la orquidea Paphiopedilum philippinense puede estar formado por fragmentos de corteza en
rodajas finas, carbón de leña y agriperlite con adición de piedra
caliza triturada; divisiones y repottings son para ser realizado por el
final de la floración, teniendo cuidado de causar el menor daño posible
al aparato de enraizamiento.