El cuidado de las orquideas Gomesa recurva

El nombre de esta orquidea, la Gomesa recurva, fue dado porque su forma recuerda un labio curvado hacia atrás.

La Gomesa es una orquidea endémica de Brasil, donde la podemos encontrar la en las montañas frías y húmedas de Minas Gerais, Espírito Santo, Río de Janeiro, São Paulo, Paraná y Santa Catarina.

La Gomesa recurva es una especie fácil de cultivar, es epífita, y se puede montar tanto sobre un tronco como en macetas, y entre sus necesidades está la exposición moderada a la sombra, la diferencia de temperatura marcada entre el día y la noche, y la humedad bastante alta durante todo el año, con sólo una ligera reducción en el invierno.

La orquidea Gomesa recurva es una planta de tamaño mediano, que agrupa estrechamente sus pseudobulbos con forma entre ovoides y oblongo, que miden aproximadamente 4 a 7.5 cm de largo y 2 a 3,5 cm de diámetro. En estas orquideas, los seudobulbos se observan algo comprimido y con doble filo, de color verde brillante y con la base enfundada en con varias brácteas que se secan muy rápido. El ápice de cada pseudobulbo termina en 2-3 hojas delgadas tipo cuero, y de forma oblonga, de 15 a 30 cm de largo y 2.3 cm de ancho.

Estas orquideas florecen en verano, dando una o dos inflorescencias en racimo con forma de arco, que nacen de la vaina basal del pseudobulbo recientemente madura.

Cada racimo de orquidea Gomesa recurva es denso y con muchas flores, alcanzando 20 a 35 cm de largo, con flores de unos 2 cm de largo, con sépalos oblongo-espatuladas y pétalos.

Las flores de la orquidea Gomesa recurva son de color verde amarillento, con una raya amarilla basal en el labio, y un margen rojo en la estigmatización, en la parte inferior columna, ofreciendo un contraste interesante con el resto de la flor.

En otro articulo explicamos los principales cuidados de las orquideas terrestres.