Los secretos del riego de orquideas.

El riego es fundamental para las orquideas, contrariamente a lo que muchos imaginan, las orquideas no necesitan vegetar siempre en un sustrato mojado, ni tampoco estar siempre en contacto directo con el agua, pues ese abundante y permanente riego de orquideas puede se la causa de podredumbre de las raices, o la aparición de hongos, que perjudican a las orquideas y son difíciles de eliminar.
El riego de orquideas durante el dia, principalmente con sol caliente, puede perjudicar a las orquideas en caso de quedar el agua estancada en las hojas concavas o encharcando el sustrato. En estos casos las orquideas pueden sufrir desde quemaduras por cocción (por el calor del sol), hasta la pudrición de las partes en contacto con el agua.
Lo más indicado es el riego de orquideas al comienzo de la mañana o al final de la tarde, un tiempo antes de que comience la noche.
Mediante el riego el sustrato nunca debe quedar encharcando, recomendándose que el próximo riego sea hecho solamente cuando el sustrato este completamente seco en las orquideas de hojas crasas y raices gruesas, y con sustrato levemente húmedo en las orquideas de hojas delgadas y raíces finas.
En los días más caliente, se aconseja cuidar la hidratación de las orquideas manteniendo convenientemente húmedo el ambiente donde se cultivan.
Entre los distintos métodos complementarios al riego de orquideas usados por los cultivadores se encuentra el riego del piso y el uso de bandejas que contengan piedras y agua, pues la evaporación de ese agua ayuda a mantener la humedad relativa del aire, que nunca deberá ser inferior al 30/40%, impidiendo que las orquideas entren en un rápido proceso de desidratacion cuando son cultivadas debajo de ese indice.